Henri Peña-Ruiz continua a ser o filósofo de referência para questões de laicidade. Entrevista no Público espanhol.
- «Desde cuándo existe el concepto de laicismo?Surgió a partir de las luchas de emancipación de los hombres, cuando quisieron lograr el reconocimiento de la libertad de conciencia. El laicismo no surgió como hostilidad a la religión, sino a la imposición pública de la misma. En tiempos del nacionalcatolicismo, la Iglesia, en lugar de mantenerse como una opción espiritual, se impuso como un poder político. Entonces empezaron las diversas formas de opresión, como el Tribunal de la Inquisición. Una época negra de la Humanidad en la que se impedía la libertad de creer o no creer, como se vio con las condenas de Giordano Bruno o Galileo.
(...) Se puede defender el laicismo siendo creyente?Evidentemente. El mundo no está dividido entre creyentes y no creyentes, sino entre los que quieren imponer su creencia y los que luchan por la estricta igualdad de trato de unos y otros. Eso no existe si en democracia se celebran ceremonias públicas con presencia de símbolos religiosos, porque una parte de la población goza entonces de más reconocimiento que la otra.
En España, ese debate está presente. ¿Cuál habría de ser la solución?
Una separación clara y sin ambigüedades entre el Estado y la religión. Mi libertad de no creer es la misma que la de otro para creer. El laicismo surge como ideal cuando los hombres se dieron cuenta de que, siendo creyentes, ateos o agnósticos, la conciencia sólo puede ser libre. El papel de los poderes públicos no es el de privilegiar la religión o el ateísmo, sino poner de relieve lo que es común a todos: la sanidad,la educación... Financiar con dinero público escuelas privadas no es normal.»
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